El otoño trae de nuevo el pasado. La oración de mis pensamientos, mis palabras sin voz, leves figuras en el aire. Septiembre tiene la vaguedad del horizonte. Días más cortos en su luz y azules.
Cada mañana llega hasta mí la suave melancolía de tus manos. Ya no quisiera quererte. Pero tu recuerdo me alcanza, las leves punzadas al anochecer del aire más frío.
Siento pena por mí. Por olvidarte. En la orilla solo quedan los restos del naufragio.
Siento el cerco de los días. Esta lenta soledad... Tu ausencia, la luz detenida en las flores del acanto, en el delicado silencio del agua... Amor es la distancia, la suave alineación de los astros, la locura de vivir como si ya hubiéramos muerto, tenerte y no tenerte... la luna sobre el agua.
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