6 may 2014












                   Silencio. Escucho el silencio. Esta lluvia finísima que cae sobre mi corazón. La primavera ya deshizo las nieves. Corre el agua por sus cauces. Mi pensamiento es raíz, oculto bajo la tierra. Y abril ya ha ocurrido como si fuera innecesario.

     Quizás, una vida sea suficiente, y debiera cumplirse el amor... Pero todo son palabras. Una lenta navegación a la deriva. Oscuridad y llanto. Una letanía inacabada, incumplida. Paraísos entrevistos, paisajes tan frágiles como una sílaba. El instante y su púrpura semejante a un ocaso.
     Quizás, debiera decir verdad, locura, para nombrar lo intangible, para decir la sospecha de alguna metáfora.
           Quizás, nos contiene más la ausencia, el abandono... La ardua conquista del sentido para decir yo como si esto significase.
           Silencio. Escucho el silencio. Este ramaje oscuro de la noche y no sé con quien hablo ni para qué. Y sólo espero que ocurra la mañana, de nuevo el día, ese gigante, y en su luz pueda regresar a las cosas.
                  
              
                     



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